viernes, 4 de noviembre de 2022

Mi experiencia de metología multinivel y evaluación formativa en matemáticas de 1ºESO

 Este verano ya anuncié en mi blog los cambios metodológicos que iba a llevar a cabo este año en la asignatura de matemáticas de 1ºESO. La aplicación de la LOMLOE, la reducción de 1h semanal en la asignatura (25% de las clases), unido a mi formación y forma de pensar como matemática, ya con bastantes años de experiencia, y a cursos de formación y lecturas hechas y reflexionadas en los últimos tiempos, hacían necesario un cambio más alineado con lo que se pide hoy en día en la educación y con mi forma de pensar.

Es un cambio en el que, por otra parte, creía ya hace tiempo, pero no acababa de darle la forma que yo quería, y es que los guisos buenos se cocinan despacio y a fuego lento. Es un cambio basado en una evaluación más formativa y con una metodología multinivel, poniendo al alumno como centro del aprendizaje y adecuando en cada momento su nivel e intereses personales, porque todos hacemos mejor lo que nos gusta.

Con casi dos meses pasados de curso y finalizando la primera evaluación, ya puedo escribir sobre la experiencia. Sabéis que me caracteriza, entre otras cosas, la honestidad ,y por eso voy a contar lo bueno y lo menos bueno del cambio.

Empezaremos por lo menos bueno.

  • Para trabajar con una metodología multinivel se necesita mucho trabajo por parte del profesorado. Una de las cosas que he cambiado es la EVALUACIÓN. Ahora recojo más evidencias, ya no hacemos exámenes globales, sino que dividimos la materia en bloques de poco contenido y evaluamos de diferentes maneras cada bloque, y siempre dando feedback personalizado. He potenciado el trabajo en aula recogiendo muchos aspectos del trabajo del alumno, más significativo, y hemos eliminado el estrés de preparar un examen global. La parte negativa es que conlleva mucho más trabajo de corrección y registro. A mí me están ayudando mucho las herramientas tecnológicas: formularios y fichas autocorregibles. Los formularios los creo yo, no los cojo de ninguna editorial. Lleva trabajo crearlos, pero es una inversión a largo plazo, se pueden rentabilizar en un futuro. Siempre hay un nivel A (avanzado) y un nivel B (básico). Cada alumno realiza el que corresponda según su nivel. Empecé con bastante alumnado en el nivel básico y ahora se ha reducido, eso es bueno. En cada prueba se ajusta el nivel de cada uno. Hay partes que no se pueden evaluar con herramientas tecnológicas y se evalúan en papel, lleva más trabajo de corrección, pero es inevitable.
  • Hasta que coges el ritmo es una locura. En cada unidad didáctica les planteo retos de los cuales eligen la mitad de los planteados, según intereses personales y nivel. Disponen de una infografía donde visualizan lo que hay, y eligen. Lo peor de los retos es que hay que darles feedback a diario, corregir errores de manera personalizada y dar opción a volver a entregar. Es importante la inmediatez en contestarles, es lo que hace que ellos también lleven un buen ritmo y no se relajen en las entregas. Les enganchan y les atrapan hacia la asignatura, hasta el punto de que muchos hacen más de los reglamentarios. Les he tenido que poner un tope, he de tener en cuenta mi tiempo personal. Son 150 alumnos, si hacen 10 retos por tema son 1500 registros solo de retos por unidad, sin contar los que hay que revisar más de una vez. Esto lo he mejorado y ahora hacen 4 como máximo por persona y unidad. Pueden hacer más, pero saben que no se registran. Esta parte es la que más trabajo me lleva a diario, pero les motiva tanto que me cuesta renunciar a ella. Pero sí, debería darle una vuelta.
Lo que me funciona, pero lleva bastante trabajo: el trabajo en equipos cooperativos. 

Para que funcione bien, tienes que pensar muy bien los equipos y los roles que adopta cada alumno/a en el equipo. Recomiendo tener formación sobre el tema antes de hacerlo, si no se convierte en un trabajo en grupo dónde unos van por delante y otros por detrás y no sabes cómo evaluarles de forma justa. Hay que insistirles en que asuman responsabilidades individuales y grupales y dedicar tiempo a enseñarles a trabajar así, al principio puede parecer pérdida de tiempo, pero te renta de cara al futuro. Si lo entienden, lo hacen bien. A ellos les encanta trabajar así. No olvidemos que la LOMLOE pone el foco en la resolución de problemas, y los trabajan mucho mejor en equipos, dialogan y debaten entre ellos. La mayor dificultad es que las sesiones son de 55 minutos y que la disposición de mesas en el aula no acompaña. Les lleva tiempo mover las mesas, cambiarse de sitio, coger el material... Fundamental que luego hagan una reflexión en el equipo de como han trabajado y que se autoevalúen y coevalúen. Sobre este último punto a mí me va muy bien lo que aprendí con Ana Moliné en una formación de GEG Spain 

Lo mejor y que me lleva menos trabajo:
  • El trabajo que hacen con las fichas de livewhorksheets complementario a cada unidad. Cada ficha la pueden repetir para mejorar. Ven la nota automáticamente y deciden si pueden/ quieren mejorarla. No ven dónde están los errores, pero sí la nota, por lo que les obliga a volver a pensar sobre los errores cometidos. Esto es algo que también he mejorado, al principio se les marcaban los errores, pero era demasiado fácil. Hay fichas obligatorias y otras voluntarias (nivel básico y avanzado). Cada alumno elige según su nivel. Cuando eliges, te implicas más. Este punto es muy positivo y me lleva poco trabajo, la propia plataforma saca las medias. El trabajo gordo se hace solo al principio: registrándolos y creando los cuadernos. Vale la pena. Poco trabajo y muy buen resultado.
  • El proceso de metacognición que hacen al final de cada bloque. Utilizo un complemento de Jaume Feliu: CLASS-MON, y como todo lo que hace Jaume es perfecto. Al acabar cada bloque dedicamos cinco minutos a que escriban qué han aprendido, si han tenido dificultades o no, cómo se han sentido, si echan algo de menos... No les contesto, porque no me da la vida, pero les leo, y me ayuda a saber en qué alumnos he de poner el foco en cada momento, y sobre todo, para ellos es un regalo tener momentos de parada en los que se hagan conscientes de qué están aprendiendo, cómo lo están haciendo y cómo se sienten. En este mundo en el que vamos siempre corriendo, es fundamental tener momentos de parada y reflexión.
Valoración final: Siendo consciente del trabajo que a mí me supone, creo que vale la pena, porque veo resultados muy positivos en ellos, y hay mejora en los resultados respecto a cursos anteriores. Ellos agradecen mucho el feedback continuado y la oportunidad de mejora, y la aprovechan. Creo que aprenden más. Un alumno al repetir una práctica por segunda vez me dijo: "Ahora sí que lo he aprendido" y yo pensé "Esto vale la pena, vamos por el buen camino".
Todos aprendemos a diario y personalmente encuentro mucho sentido a convertir el error como fuente de aprendizaje y no como algo penalizable. Quiero aclarar que con esta forma de trabajar y evaluar no se baja la exigencia ni el nivel, más bien al contrario, porque se da mucha importancia y peso en la nota a lo trabajado en cada bloque. Respecto al multinivel, en lo que va de curso no he oído ningún comentario de un alumno a otro en la línea de "lo tuyo es más fácil, o tienes mejor nota pero tu prueba era más fácil". Desde el primer día están concienciados de que cada uno tiene un nivel diferente y de que tienen que sacar lo mejor de sí mismos, y que es más importante aprender que la nota. Algunos hacen las fichas voluntarias de nivel avanzado sabiendo que les pueden bajar la media por el interés de aprender y alcanzar sus topes. Bravo por ellos, siempre sorprenden para bien. 

Una vez leí que si no evalúas no valoras, y es verdad. Hay que hacerles trabajar, pero hemos de acompañar. Evaluar no es calificar, a veces es mejor un buen feedback y un comentario acertado. Cuando un alumno obtiene un mal resultado, me funciona mejor hacerle un comentario y ayudarle y permitirle mejorar, que penalizarle y pasar a lo siguiente, sin que ese aprendizaje lo haya adquirido.

Y con esta aventura andamos. Disfrutando con el alumnado y creyendo en lo que hago.

Si te he dado algo de luz en tu aventura, me alegraré mucho.