viernes, 3 de marzo de 2017

Un ratito "friky-matemático"

Hoy he vivido otros de esos momentos que hacen que agradezca ser profesora y viva este trabajo cada día con pasión y dejándome sorprender por mis alumnos. Cada día aprendo más.
Hemos empezado el tema de Álgebra en un grupo de 2 ESO.
Como era la primera clase, hemos empezado hablando de qué es el álgebra y qué aplicaciones tiene en el mundo real. Y cuando ya estábamos todos convencidos de que es necesario saber álgebra en pleno siglo XXI, hemos empezado a aprender vocabulario algebraico.
Como en el aprendizaje de un idioma , hay que empezar por los enunciados más básicos.
Pero lo que ha empezado a nivel básico, y debido a la alta motivación de los alumnos, ha ido subiendo de nivel rápidamente. La parte final de la clase ha consistido en que ellos inventaban un enunciado algebraico que tenían que traducir y se iban a seleccionar algunos para leer en voz alta y que los tradujesen los demás. Nadie miraba el reloj. Ha acabado la clase casi sin darnos cuenta, todos han creado su enunciado, cada uno con un nivel de dificultad, atendiendo a la diversidad del alumnado, y mi sorpresa ha venido cuando, habiendo luego recreo, un grupo de siete alumnos se han quedado conmigo y mi compi de prácticas en el aula, queriendo practicar más y traduciendo enunciados que iban leyéndose unos a otros.
Hemos vivido un momento de esos que no se olvidan muy friky y matemático, llenando la pizarra de expresiones que rebosaban números y letras, la pizarra ha quedado como esa que vemos alguna vez en alguna peli llena de fórmulas...pero lo mejor, la satisfacción de los alumnos.
Y cuando ha terminado el recreo aún ha venido una alumna pidiéndome que me invente yo un enunciado de cinco o seis líneas que ella lo quiere traducir...
Quien sabe, ¿saldrá de la clase de hoy una futura programadora?
Lo que sé seguro es que la puerta del cariño al álgebra ha quedado abierta para siempre.

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